Ford Mustang
Empezamos precisamente nuestro recorrido por los cinco mejores muscle cars de la historia con el Ford Mustang. Nacido en la década de los 60 y con los Chevrolet Camaro, Dodge Charger y Pontiac GTO como grandes rivales, generación tras generación (la última, la sexta, presentada en diciembre de 2013) ha sabido mantener un tremendo atractivo natural que ha conquistado a millones de conductores (como prueba, sus más de 9 millones de unidades vendidas a lo largo de sus 50 años de historia).
Los amantes de los clásicos norteamericanos consideran al Mustang GT500 de 1968 el mejor de todos los tiempos, gracias a su motor V8 de 355 CV de ronco sonido y diseño abrumador, todo un símbolo de masculinidad y fuerza. En la actualidad, la sexta generación del Ford Mustang se adapta a los tiempos actuales y pasa a incorporar la tecnología de motores de gasolina EcoBoost, que combina eficiencia con unas más que aceptables prestaciones. En este caso, el motor en cuestión es un 2.3 de cuatro cilindros y 309 CV, que se verá acompañado por otros propulsores, como el 3.7 V6 atmosférico de 303 CV y el 5.0 V8 atmosférico de 426 CV.
Chevrolet Camaro
Viendo el éxito que empezó a cosechar Ford con el Mustang, en General Motors querían desarrollar un deportivo similar que estuviese a la altura. En 1967 se presenta oficialmente el Camaro de primera generación, que se vendió sólo hasta 1969 en variantes coupé y descapotable, con propulsión trasera y motores de seis cilindros en línea y V8 con potencias que podían variar entre los 155 y los 375 CV, según versiones. Para muchos fanáticos de la marca, el Camaro Z/28 de 1969 es considerado el mejor Camaro de todos los tiempos.
Como suele ser habitual en los muscle cars, configuración técnica con motor delantero y propulsión trasera y mecánicas de gran cilindrada. En laprimera generación (1967-1969), se utilizaron motores de seis cilindros en línea con cubicajes de 3,8 y 4,1 litros, hasta varios motores V8 en cilindradas 4.9, 5.0, 5.4, 5.7, 6.5 y hasta 7.0, según versiones y encargos especiales.
Dodge Charger
El Dodge Charger es otro de los 'grandes' en el segmento de vehículos deportivos americanos muscle cars. Algo menos conocido en Europa que el Mustang y el Camaro, también se ha ido adaptando a las necesidades del mercado generación tras generación.
La primera de la generaciones del Dodge Charger sólo se vendió dos años (1966-1967) con motor 5.2 V8. La segunda generación se vendió tres años (1968-1969 y 1970) y cosechó más ventas que la primera y se basó en la plataforma Chrysler B con el mismo motor 5.2 V8. Mención especial al espectacular Dodge Charger Daytona de 1969, cuyo mastodóntico alerón trasero no pasaba inadvertido. De forma paralela al Charger el otro gran muscle car de Dodge ha sido y es el Challenger, uno de los pocos vehículos de este segmento que en la actualidad conserva formas estéticas muy parecidas a los grandes potros salvajes de los años 60 y 70 del siglo pasado.
Pontiac GTO
Para muchos, el Pontiac GTO fue el primer vehículo que inauguró el segmento deportivo de los muscle cars, apareciendo poco antes que el Ford Mustang. El GTO nació en un primer momento como la versión más extrema con base del Pontiac Tempest, pero muy pronto fue adquiriendo su propia identidad. Desde Europa, recibió diversas críticas al adoptar la denominación GTO, al igual que otro deportivo mítico en el Viejo Continente (el Ferrari 250 GTO, siglas de las palabras italianas Gran Turismo Omologato).
Al igual que los otros tres muscle cars mencionados (Mustang, Camaro y Charger), la época dorada del Pontiac GTO hay que buscarlas en sus primeros años y generaciones. De 1964 a 1967 se comercializó la primera de ellas, con un gran motor 6.5 V8 con versiones de potencia que iban desde los 329 hasta los 365 CV. La segunda generación (1968-1973) adoptó el mismo motor 6.5 V8 y sumó aún más carga estética al exterior. Las potencias que se ofrecían iban desde los 355 hasta los 371 CV.
Plymouth Barracuda
Dos semanas antes de la presentación oficial del Ford Mustang, se lanzaba elPlymouth Barracuda. Su primera generación (1964-1966) destacaba por ofrece una ventanilla trasera de gran tamaño (Glassback), que servía para transmitir mucha fuerza y dinamismo, igual que el pez con idéntico nombre. En cuanto a motores, se ofrecieron dos: un 3.7 de seis cilindros en línea de 147 CV y un 4.5 V8 de 182 y 233 (versión Fórmula S Barracuda).
A finales de 1966, se lanzó la segunda generación del Plymouth Barracuda(en producción hasta 1969) con el consiguiente rediseño y cambios en la gama mecánica: desde un 2.8 de seis cilindros en línea de 116 CV, el 3.7 de 147 CV, hasta un 5.2 V8 y un 6.3 V8 con potencias que iban desde los 238 CV hasta los 329 CV. La tercera y última generación de este emblemático modelo estuvo en producción desde 1969 hasta 1974. La oferta mecánica era amplia e incluía el 'básico' 3.2 de seis cilindros en línea hasta gigantescos V8 (algunos de tipo HEMI). Las potencias de las versiones salidas de fábrica variaban entre los 127 hasta los 431 CV. Los últimos suspiros en la vida del Barracuda estuvieron marcados por las restrictivas normas anticontaminantes que llevó a Chrylser Corporation decidir el cese del Plymouth Barracuda.
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